Forjador de Penumbras ha llegado a lugares impensados, lugares apenas soñados.
Aquí tenemos una reseña desde Suecia, tierra donde era señor el feroz viking. Suecia, tierra fecunda en literatura, donde se ha afincado el peruano Miguel Gonzalo Jaramillo, cuya Guelyland es pródiga en papeles, plásticos y vinilos.
Allí puede leerse:
"Al terminar de leer cada cuento de Forjador de Penumbras (Galmort, 2011) del santafesino Pablo Martinez Burkett uno tiene que respirar hondo, recordar que está de vuelta en la cotidiana realidad y secar el sudor frío de la frente ya que cerramos una de las 25 puertas que integran esta pequeña mansión gótica hecha de literatura fantástica. Inevitablemente, abriremos la siguiente y aunque no sabemos que habrá, una curiosidad casi bioquímica ya inoculada desde la primera página irremediablemente nos empuja. Sólo me queda garantizar que el interior de la siguiente será completamente inusitado, fascinante, terrible".
"Si la mención de los nombres de Borges, Eco, Bioy Casares, Kafka, Lord Dunsany, Cortazar, Poe, te remiten a ese rincón del alma que bien podríamos llamar The Twilight Zone y te gusta estar a su sombra; si a ti te gusta tu literatura sazonada de erudición, vocabulario preciso y selecto, añejada en clásicos pero fresca y moderna a la vez; si aztecas, celtas, romanos o magos vikingos no son extraños a tus más buscadas pesadillas; si cuando piensas en el medioevo invocas el sagrado Nombre de la Rosa o si tu capitán favorito pronuncia - cada- palabra- como- si fuera una oración, embárcate en la aventura de hacerte de un ejemplar de este libro. Puede ser fácil o puede ser dificil, que no se ni cuando ni desde donde me lees".
Muchas gracias, Miguel.